Uno de los problemas más molestos en nuestros pies son los llamados helomas interdigitales. Comúnmente conocidos como callos u ojos de gallo dependiendo de la etapa en la que se encuentren.
Aunque existen muchos tipos de callos, en este artículo nos centramos en los que aparecen entre los dedos y que tienen un núcleo sobre punto óseo.
Suelen ser causados por rozaduras que se generan entre los huesos de los dedos ya sea debido al continuado uso de calzado inadecuado o a algún tipo de patología o malformación en el pie. También influye la forma de caminar del individuo y la sequedad de los pies.
Se caracterizan por producir un dolor agudo y molesto y por tener un alto índice de reaparición. Generan sequedad y piel gruesa o endurecida con un tacto más áspero de lo habitual.
Lo más común es que el heloma interdigital aparezca entre el dedo 4º y el 5º.
También aparecen con frecuencia en la zona superior del pie, sobre todo en personas que sufren de patologías como los dedos en martillo.
El mejor tratamiento para los helomas entre los dedos es la prevención. Es importante mantener los pies hidratados utilizando cremas y productos hidratantes. Usar un calzado que no genere presión y roce entre los dedos. También andar sin ejercer demasiada presión en la zona del antepie.
Una vez que el heloma está avanzado podemos proteger la zona con protectores para callos u otros elementos de protección como puede ser la lámina de fieltro. Además de seguir las recomendaciones preventivas del párrafo anterior.
La solución más drástica y efectiva es la quirúrgica.
Los principales síntomas son:
La solución conservadora es prevenir y evitar la evolución tomando las siguientes medidas.
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